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CENTRO COMUNITARIO LA ESPERANZA

Obra seleccionada

CENTRO COMUNITARIO LA ESPERANZA

Santiago de Querétaro

|

México

2018

Autor:

Octavio Herrejón, Arturo Rodríguez, Nahim Magos, Jordi Oriol

Entidad gestora:

g3 arquitectos

Empresa constructora:

g3 arquitectos, Edmundo Palacios

Memoria 

El proyecto del Centro comunitario La Esperanza, se gestó en el marco del programa "Taller Activo", el cual surgió como respuesta a la necesidad de revitalizar parcelas públicas infrautilizadas mediante intervenciones que promuevan la participación comunitaria. El programa fomenta la colaboración entre la comunidad, estudiantes y expertos, garantizando un enfoque integral y participativo en cada proyecto.

Estas intervenciones buscan contrarrestar el desapego hacia los espacios públicos y la pérdida de identidad y valoración por parte de la comunidad. El objetivo principal del programa es el de generar una conciencia colectiva sobre la importancia del espacio público a través de eventos de gran resonancia en el contexto urbano, evidenciar la problemática del espacio público en México y documentar la respuesta de la población ante estas intervenciones. "Taller Activo" opera de manera abierta, incluyendo a las comunidades y promoviendo una mayor participación ciudadana en la transformación y revitalización de los espacios públicos. A través de sus proyectos contribuye a la dignificación y el aprovechamiento de espacios y a la vez, con estos mismos, a minimizar o encauzar las fricciones sobre los usos de estos por la misma comunidad.

En el municipio de Querétaro se han realizado cuatro proyectos bajo este programa: el Centro comunitario La Esperanza en la colonia Altos de San Pablo, La Capilla, y Las Graderías, en Menchaca.

El Parque Sombrerete se encuentra en  la avenida del mismo nombre, al límite sur de la zona de Altos de San Pablo. Era el único espacio público de la zona con infraestructura y equipamiento, parcialmente inutilizado y codiciado entre los diferentes grupos que coexisten en la zona. Está dividido en su sentido longitudinal por una calle que fue construida para albergar a los tianguistas - mercado tradicional mexicano- de la A.C- FECOPSE,  reubicados de la calle Sombrerete. En la parte norte se encuentra un área con juegos infantiles, una zona verde descuidada, una cancha de básquet y un baño público, este último de uso exclusivo de los tianguistas. La parte sur del parque se encontraba semi-abandonada la mayor parte de la semana, se utilizaba los miércoles y domingos como estacionamiento, razón por la cual el gobierno estatal ofreció el terreno para darle un mejor uso.

El proyecto del Centro comunitario La Esperanza, incluyó una explanada cubierta, un aula para talleres, un área de servicio con cocina, bodega y baño y un área para el acopio de materiales reciclados. Al cambiar el proyecto del sitio original al parque, el salón de usos múltiples se convirtió en un centro comunitario que atiende a toda la comunidad. El Centro La Esperanza, está administrado por mujeres de la misma comunidad.

El proyecto continúa. El Centro comunitario y la recuperación a través de éste de un espacio público subutilizado, ha permitido la reconstrucción no sólo del entorno sino la apropiación por parte de la comunidad del lugar, un sentido de permanencia y la reconstrucción del tejido social a través de las diferentes actividades..

Descrição

O projeto do Centro Comunitário La Esperanza foi concebido no âmbito do programa “Taller Activo” (Oficina Ativa), que surgiu como resposta à necessidade de revitalizar terrenos públicos subutilizados através de intervenções que promovam a participação da comunidade. O programa incentiva a colaboração entre a comunidade, estudantes e especialistas, garantindo uma abordagem integral e participativa em cada projeto.

Estas intervenções procuram atenuar o desinteresse pelos espaços públicos e a perda de identidade e de valorização por parte da comunidade. O principal objetivo do programa é gerar uma consciência coletiva sobre a importância do espaço público através de eventos que tenham uma forte ressonância no contexto urbano, destacar os problemas do espaço público no México e documentar a resposta da população a estas intervenções. “O Taller Ativo” atua de forma aberta, incluindo as comunidades e promovendo uma maior participação dos cidadãos na transformação e revitalização dos espaços públicos. Através dos seus projetos, contribui para a dignificação e utilização dos espaços e, ao mesmo tempo, para minimizar ou canalizar os conflitos sobre a utilização desses espaços pela própria comunidade.

No município de Querétaro, foram realizados quatro projetos através deste programa: o centro comunitário La Esperanza, na colónia Altos de San Pablo, La Capilla e Las Graderías, em Menchaca.

O Parque Sombrerete está situado na avenida com o mesmo nome, no limite sul da zona dos Altos de San Pablo. Era o único espaço público da zona com infraestruturas e equipamentos, parcialmente inutilizado e cobiçado pelos diferentes grupos que coexistem na zona. Está dividido no seu sentido longitudinal por uma rua que foi construída para albergar os “tianguistas” —mercado tradicional mexicano— da A.C- FECOPSE, relocalizados na Rua Sombrerete. Na parte norte existe uma zona de jogos infantis, uma zona verde abandonada, um campo de basquetebol e uma casa de banheiro pública, esta última para uso exclusivo dos “tianguistas”. A parte sul do parque estava semiabandonada durante a maior parte da semana, sendo utilizada às quartas-feiras e domingos como estacionamento, razão pela qual o governo do estado ofereceu o terreno para uma melhor utilização.

O projeto do Centro Comunitário La Esperanza incluía uma esplanada coberta, uma sala de aulas para oficinas, uma área de serviço com cozinha, armazém e casa de banho, e uma área para a recolha de materiais reciclados. Ao mudar o projeto do local original para o parque, o salão polivalente tornou-se um centro comunitário que serve para toda a comunidade. O Centro La Esperanza é gerido por mulheres da comunidade.

O projeto continua. O Centro Comunitário e a recuperação, através dele, de um espaço público subutilizado, tem permitido a reconstrução não só do ambiente, mas também a apropriação do local pela comunidade, um sentido de permanência e a reconstrução do tecido social através das diferentes atividades.

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