AMPLIACIÓN MUSEO DE ARTE MODERNO DE MEDELLÍN

El Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), concebido desde su fundación en 1978 como un lugar para pensar, debatir y construir, la ciudad, lo urbano y lo público, fue seleccionado por la Alcaldía de Medellín para transformar la vocación industrial de los terrenos de la antigua Siderúrgica de Medellín. A través de un plan de renovación urbana, la antigua zona industrial pasó a convertirse en un nuevo barrio mixto de viviendas, comercios y oficinas llamado “Ciudad del Rio”, con el MAMM como centro de la vida cultural y pública. Dos estrategias arquitectónicas fueron fundamentales para lograr esto. La primera consistió en la recuperación y transformación del antiguo edificio Talleres de Robledo en la nueva sede del museo (2006- 2009). Y la segunda fue el lanzamiento de un concurso privado e internacional de ideas con el objetivo de ampliar las instalaciones museográficas en la parte posterior de Talleres de Robledo (2009). El proyecto de la Ampliación del Museo de Arte Moderno de Medellín es expresión de las formas de organización espontánea de los barrios populares de Medellín. Aprendiendo y reinterpretando estas formas de vida, el proyecto plantea que las terrazas, plazas, balcones y escaleras, que organizan y articulan en altura los diferentes programas museográficos, son los lugares donde el contenido propio del museo se propaga al exterior. El edificio propone una apertura en dos direcciones: del museo hacia la ciudad y de la ciudad hacia el museo. Por un lado, el contenido de las salas de exposición se expande fuera de su “caja” y se extiende a las terrazas y a la plaza para formar parte del espacio público y la ciudad. Y por el otro lado, la vida pública de la plaza y el parque adyacente entra en el edificio a través del vacío central y se prolonga en altura por medio de las escaleras abiertas. La doble dirección de apertura del MAMM se intensifica a través del teatro. Primero, la fachada oriental del teatro diseñada como una gran puerta plegable permite la doble proyección de video al interior y al exterior. Segundo, la base del teatro es la extensión de la gradería interior que se prolonga hasta la plaza. Y tercero, el espacio libre que se configura debajo del costado occidental del teatro permite establecer una planta de primer piso permeable. Estas tres condiciones permiten generar un teatro reversible y una integración del proyecto con su entorno que permiten que la arquitectura se desempeñe también como espacio público. Estas estrategias de diseño han permitido que las escaleras, la plaza, el teatro y las terrazas, más allá de desempeñar su función por defecto, actúen como lugares de expansión de contenidos culturales y soporte de la vida pública y el encuentro ciudadano. Estos cambios en las funciones predeterminadas generan nuevos significados en la cultura que permiten construir lo colectivo. Programas del museo como la “noche extendida” y “cine al aire libre” se han consolidado como parte central de la agenda no solo del museo sino de la ciudad. Tres mil quinientas personas sentadas en la plazoleta viendo “Los Reyes del Mundo” constituye una imagen muy significativa de cómo un museo, a través de la arquitectura, se acerca a la ciudadanía, se propone como espacio de producción de mensajes y experiencias insertas en lo colectivo y se convierte en una herramienta de transformación cultural.